Cuando era pequeña me sentaba en un silloncito de mimbre, en el enorme patio que tenia mi casa. Todos hacían sus quehaceres, iban y venían…entonces yo cerraba los ojos y sentía que no existían, comprendía que eran una ilusión y que ni bien abriera los ojos estarían allí haciendo lo necesario para que aprendiera la lección de esta y de otras vidas.

Crecí con estos dos mundos dentro y fuera de mí, recurriendo a mi interior para comprender, hasta que descubrí que existía la astrología, ella puso orden y vinculo a los pensamientos, sentimientos y visiones. Por esto la elegí, inmediatamente que me relacione con esta ciencia, me di cuenta que sus posibilidades eran tan grandes como vasto es el cielo. Por eso digo que es el más grande de los libros. Todo lo que allí no encontramos es porque aun no estamos capacitados para leerlo, pero allí esta, titilando.
El “suficiente tiempo” como para que lo descubramos…

Han pasado más de 25 años desde que ella y yo nos reencontramos y no deja de sorprenderme, de recrearme.
Hoy que tengo el tremendo honor de que otros confíen en mí para aprender, me sorprenden con descripciones honestas y profundas sobre si mismos, cultivando conciencia y evolución, permitiéndose transformarse sanando sus vidas y las vidas de los que los rodean. Doy gracias públicas a mis alumnas por su confianza y doy gracias a Dios Padre/Madre que nos baña con sus caricias, dándonos claridad en nuestras clases.

Una vez mas elijo esta disciplina e invito a todo el que lea, la incorpore de corazón.
El Cielo es un regalo que viene en un paquete que se puede abrir miles de veces.
El reflejo de un alma que viene de eones encontrando respuestas.
La astrología es un manual interactivo del Impulso Creador.
Abrir esta puertita es abrir los Portales del Cielo.
Los invito a entrar conmigo o con otros.
Aprender Astrología es entrar de su propia mano, asumir un compromiso, descubrir que como es arriba es abajo y que en algún momento esa mano, es la del Creador.
Gracias
Gracias
Gracias